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martes, 26 de octubre de 2010

Propuestas de terror para el 31de octubre (II)







Sigh, pensó el gato


Seguimos con las propuestas para el 31 de octubre y como debe ser, con la lista correspondiente. Especialmente, porque he decidido esperar al estreno para ver The Walking dead, y eso hace un poco más difícil que hable de novedades. Por tanto, a tirar de archivo se ha dicho.



Thomas Ligotti. La fábrica de pesadillas.
Tengo bastante mal recuerdo de la literatura de terror en los noventa. En España no se editaba más que a Stephen King (que empezaba a ser un plasta), Dean Koontz, que era bastante malo, y Anne Rice y su plaga de vampiros repunantes pre-Crepúsculo. Había por ahí otras cosas, pero eran directamente malas: las novelas de Richard Laymon y su casquería, Shaun Hutson y Clive Barker se había vendido bastante. Un panorama que daba asco, vamos. Lo que no sabía entonces es que había un señor, bastante rarito él, llamado Thomas Ligotti que había empezado a escribir los relatos más inquietantes que se habían visto en veinte años: su principal ventaja era huir por completo de la casquería típica, y en muchas ocasiones, de cualquier tipo de narrativa lineal: la mayor parte de su obra son relatos, y todos ellos marcados por una ambientación bastante surrealista, más propia de una pesadilla que de algo que pudiera escribir Stephen King y un poco más cercana al estilo de H. P. Lovecraft (si este hubiera vivido en los noventa, claro). Ninguno de sus relatos se apoya en monstruos clásicos: no hay hombres lobo, ni vampiros (bueno, sí, hay unos), ni fantasmas, ni demonios, sino que la historia tiende a girar en torno a algo que no tiene ningún sentido, y que precisamente por eso resulta inquietante. Como siempre, en España no se editó hasta diez años después como mínimo, lo que considero que ha sido una pérdida.



Demons y Demons 2 (1985-1987). Tengo especial querencia por las películas italianas, y las de Demons son mis favoritas. Resumiendo el argumento, en la proyección de una película de terror, una chica se hace un corte con una máscara de atrezzo. Se empieza a convertir en demonio y a sembrar el pánico, y a partir de ahí, los supervivientes intentan hacerles frente y salir del cine, que por algún motivo, está cerrado a cal y canto. No tiene mucho sentido ni lo necesita, porque la gracia de la película está en la cantidad de sustos y absurdo que va acumulando por minuto. Todo, al ritmo de las mejores bandas de rock ochentero. Por si alguien tiene curiosidad por verla, el vídeo recoge una de las mejores escenas de la peícula:







La tumba de Drácula (Marvel Comics). Los superhéroes nunca me hicieron mucha gracia, por lo que de Marvel siempre pasé bastante…Hasta que encontré la serie de Drácula de los años setenta. Durante una temporada la editorial sacaba bastantes comics de vampiros, y este en cuestión tuvo su propia serie, en la que los descendientes de Van Helsing, Harker y del propio Drácula, las pasaban negras para acabar con el vampiro. En conjunto está bastante bien y la edición española incluyó también historietas cortas de otras series. Pero el principal defecto es el de la mayoría de cosas de superhéroes: la manía de hacer crossovers con Spiderman, la patrulla X, el Doctor Extraño o lo que fuera. Y yo puedo tener cierta capacidad para suspender la realidad, pero ver al Conde Drácula convirtiendo en vampiro a Tormenta, es una de esas situaciones que entran dentro de lo ridículo. Además, no sé si serán cosas mías, pero este Drácula siempre se me pareció un montón a Clark Gable, con el bigote y los soplillos.


















En la tele, lo seguimos teniendo crudo. Para no irme demasiado hacia atrás en el tiempo, con alguna serie que no conozca nadie (eso se queda para la sección Descubriendo Series con Renaissance) o lo que es peor, resulte demasiado cutre para los estándares actuales, me quedo con Dead Set, una miniserie británica en la que se cuenta el estallido de una epidemia zombie. No tendría nada de original de no ser porque los protagonistas son los concursantes del Gran Hermano británico, que al estar encerrados en la casa, tardan mucho en darse cuenta de lo que está sucediendo fuera. La principal gracia de esta serie, además de los cameos de la presentadora del programa, es ver cómo se enfrentan a la situación unos personajes tan específicos como el concursante típico de gran hermano, que van desde la atontada, hasta el más inteligente, pasando por el odioso de turno. En este caso, el problema de los zombies es que son de la modalidad corredora. Y he visto bastantes películas como para comprobar que estos son bastante más rápidos que el resto.

3 comentarios:

satrian dijo...

Dead Set y Demons es una buena opción para Halloween.

Sílvia dijo...

me quedo con el gato y sus inteligentes pensamientos

Renaissance dijo...

Satrian: no son especialmente "de Halloween", pero sí son unas peliculazas. Y miniseriaza, claro.

Silvia: menos mal que piensa eso, y no en posibles objetos sobre los que vengarse.

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